Y así es.
Por muchas cenas de amigos, cenas navideñas, salidas mucho más frecuentes que en otra época, y todas las ocasiones habidas y por haber donde sieeeeeeeempre todo gira en torno a la comida (y no precisamente sana), al final, hay que tener claro lo que una quiere conseguir… y no rendirse nunca.
Está claro que en estas fechas es muy difícil hacer las cosas bien. Hay menos tiempo libre para el ejercicio, hay muchas más ocasiones para saltarse la dieta… pero hay que tener las cosas claras y los objetivos bien presentes. Aunque ralenticemos un poco la bajada de peso, o incluso subamos algo (estoy segura que en Enero pesaré más que ahora), hay que controlarse en la medida de lo posible, y no abrir la veda y comer like a pig, you know my friends.
Esta mañana, la pesa decía que estoy en 98.9 kg (1.3 kg menos que el lunes pasado), así que he vuelto a perder de vista las tres cifras.. ¡¡¡BIEN!!!
Seguimos!