Un día más

Parece que la enfermedad va mejorando, el paracetamol y el ambroxol van haciendo su trabajo, y si no pasa nada espero mañana estar mucho mejor... Al menos ya hoy he podido comer casi como siempre.

Mi cumpleaños ha sido un día bastante normal, como viene siendo común desde hace algunos años... Hace tiempo que decidí dejar de celebrar mi cumpleaños, no sé si fue una decisión realmente o fue más bien producto de las circunstancias, pero la realidad es que así ha sido, y por eso no tengo muchas esperanzas de pasarlo super-genial-estupendamente el día de mi cumpleaños. He estado todo el día en casa, sobre todo por estar enferma y no querer empeorar, pero también porque no tenía ningún sitio especial a dónde ir... Mi madre me ha regalado una cámara de fotos, realmente es mucho más de lo que me esperaba y por eso me he puesto muy contenta. Esta tarde dos amigas de las más cercanas vinieron a mi casa con una tarta y con las velas encendidas, y me ha hecho una ilusión tremenda.. Son esas pequeñas cosas que demuestran que hay gente que te quiere, y realmente son las cosas a las que yo les doy importancia. Me han regalado un pijama (todos los que tenía ya me quedan enormes) y unas cuantas cosillas de maquillaje.

Aparte de todo esto me ha llamado mi niño cantándome cumpleaños feliz y por una parte me he alegrado mucho por ese gesto tan lindo y por otra me he puesto triste por no poder estar con él todo el tiempo que quiero... es duro pero es así, y de momento es lo que hay. Ojalá esto pueda cambiar pronto.

En fin, que estoy divagando demasiado, y ya no sé muy bien lo que cuento, creo que me estoy poniendo demasiado metafísica...

Mañana será otro día.